Parece que tocan bastos ahora, y el gobierno ha decidido aumentar los impuestos a carburantes y a tabaco. Todo parece poco para unos sectores cargados de impuestos, dado que, según el blog salmón, ya estábamos pagando casi un 55% de impuestos en el precio de la gasolina.
No me parece mal la subida de impuestos al tabaco, lo siento por los fumadores, como tampoco me parece mal que aumenten los impuestos al alcohol, los automóviles caros, etc. El que quiera consumirlos, que los pague.
Con la gasolina, el problema es que esa subida de impuestos tendrá repercusión en los transportes, en las comunicaciones, y en casi todos los aspectos de nuestra vida diaria. Y con lo que se viene encima el año próximo (recesión de hasta un 5%, decremento del IPC de un 0,3%), lo único que nos faltaba es un aumento de precios en los productos básicos.
13 de junio de 2009
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