Lo cierto, es que parece que hay bastantes incoherencias en lo que pueden hacer o no los jóvenes.
El remate ha venido con la decisión de dispensar la píldora del día después sin necesidad de receta médica. Hay quien lo considera una segunda oportunidad, o quien considera dicha píldora un auténtico abortivo. Como dice este artículo, "solo falta vender las píldoras en la máquina de chicles".
Yo estoy mas de acuerdo con el artículo publicado en el País "Por una Mejora de la Educación", de José Luis Guzmán, de la Universidad de Navarra.
"Estoy convencido de que es más cómodo, y más sencillo, difundir métodos contraceptivos que diseñar programas creativos de formación integral de los adolescentes. Quizás la educación sea un camino más largo, menos populista, pero, sin duda, beneficia más a la población."
Y sobre todo nos implica a padres, familiares, educadores y a la sociedad en general.
Actualización:
No se lo que haría realmente en caso de emergencia, sobre todo cuando tienes hijas que en un futuro pueden estar en la misma situación. Pero si me llegase a pasar, desde luego me plantearía algunas pregunta del tipo:
- ¿En qué he fallado como padre para verme en dicha situación?
- ¿Qué respuesta es la adecuada en dicha situación?
- ¿qué le respondo a mi hija si me pregunta: Papá qué hago?
- Si me hubiese pasado a mí, ¿qué respuesta esperaría de mis padres?
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